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Sin duda, ahora puedo decir que lo que más duele no es el adiós, sino los recuerdos que se lleva tras él. Recuerdo que sí, sabes que nunca se irán de tu corazón, que se quedaron para siempre guardados ahí, en ese trocito tan especial de tu corazón.
Pero aún así, cuando llega el momento definitivo en el que tienes que decir ese adiós, de nuevo las lágrimas vuelve a caer por tu mejilla. La verdad no se si por tristeza porque todo se acaba, o por la felicidad de haber tenido la suerte de vivir todos esos momentos.
Es increíble, hace tan solo dos años no me podía ni imaginar que justo en aquel lugar iba a pasar los dos mejores veranos de mi vida. Los mejores momentos. Ni siquiera podía imaginarme que llegaría a echar de menos todas aquellas noches.
Pero la realidad es que, ahora en tan solo dos días el verano se acaba oficialmente. Y no sé cuando será la próxima vez que vuelva, ni siquiera sé si volveré.
En pocos meses, incluso en pocas semanas el invierno será nuestro compañero. Los cristales de tu ventana se llenarán de gotas y el cielo estará gris. El sol se habrá ido y con el se irán todos y cada uno de esos momentos.  .  .
Pero dicen que el tiempo pasa rápido, y eso espero. No sé cuando sera la próxima vez, pero hay algo que sí sé esos recuerdos no morirán. Siempre los recordaré.
Fueron demasiadas palabras, demasiados momentos, que se borraron con un simple adiós.
Aunque espero que aquello no fuera un adiós, sino un simple hasta luego.
Sé que el invierno caminará deprisa. Y cuando menos me lo esperé volverá nuestro verano. ♥