domingo, 29 de junio de 2014

Estas rodeada de gente pero te sientes sola igualmente. Ya nadie te entiende. Ni siquiera tu misma. Todo sigue adelante menos tu. Sientes que todo te puede, que tu mundo se viene abajo y no hay nadie para sostenerte. Que ya nada va bien, que vives encarcelada en tu propia rutina y no tienes nada con lo que romperla.
Quienes pensabas que te conocian ni se dan cuenta que necesitas un abrazo, que no estas bien, porque ¿para que no? Total, al final tu siempres estarás para cuando te necesiten.
Tu vida es una mentira continua, en la que de cara al mundo eres feliz, siempre con esa sonrisa pintada en la cara, pero no es más que eso, una sonrisa pintada que al llegar a casa se borra con cada lágrima.
Porque en realidad, tu vida no es más que eso, una serie de tardes sin fin con miles de lágrimas. ¿Pero eso a quien le importa? A nadie. Quizás ese sea el problema.