jueves, 14 de marzo de 2013



Abrázame 











                                                                            y no me sueltes jamás.
¿Nunca has sentido esa sensación  Sí, esa no saber que te pasa. Sí, cuando intentas sonreír pero hay algo que te lo impide, y tú por mucho que lo intentas no consigues saber que es. 
Esa sensación de que te falta algo, en muchas ocasiones alguien. Que necesitas otra vez aquel abrazo. Otro más, pero esta vez para que no te suelte nunca más. 
Sabes que ahí está la clave, en esas personas. Aunque no lo quieres admitir, quieres aparentar una felicidad plena cunado no la hay, porque para haberla tienen que estar ahí esas personas, y no están, ni estarán en mucho tiempo. 
Te refugias en una canción, pero esa canción no hace más que traerte recuerdos a la memoria, que lo único que hacen es ponerte peor, sin embargo, tienes la necesidad de escucharla, porque esa canción es la única que te comprende, que te escucha. 
Cada verso, te recuerda a un momento, a una persona, a una sonrisa, a una mirada. Deseas vivir en aquel momento eternamente, congelar el tiempo, pero no puedes. ¿Y entonces qué? Otra lágrima más en otra noche en vela, otra más de una larga lista. 
¿Y esto quien lo sabe? Nadie. Porque nadie te comprende, nadie sabe lo difícil que puede llegar a ser esto. Más de lo que nunca imaginé.