lunes, 22 de agosto de 2011

Sentir que todo se acaba. Que todo llega a su fin. Que quizás desaproveché las mejores oportunidades. Que dejé pasar demasiados trenes. Que el tiempo juega en mi contra. Que es ahora o nunca.
Sentir que de nuevo tienes que esperar días, semanas, incluso meses, muchos meses.
Sentir una gran presión en el pecho por no saber cuando será la próxima vez, ni siquiera sé si habrá una próxima vez.
Solo sé que el tiempo se me escapa de las manos. Que si aún queda tan solo una oportunidad, debo aprovecharla. Que no debo volver a mirar atrás. Que me tengo que enfrentar, de hecho necesito enfrentarme a todo. Necesito que mi corazón vuelva a sonreír como lo hacía antes. Antes de que el invierno llamará a la puerta, y dejará detrás un verano inolvidable.

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