lunes, 20 de agosto de 2012

Nunca es un adiós.

Decir adiós, una de las cosas que más odio. Llegar al final, despedirse hasta no saber  
cuando. Las despedidas, siempre he dicho que soy alérgica a ellas. No las soporto. Me 
superan. Siempre acabo llorando, pareceré tonta quizás, pero para mi es inevitable.
Esa impotencia de llegar al final, de saber que estás llegando y no poder hacer nada. Limitarte a dejar el tiempo pasar, por mucho que quieras detenerlo para siempre. 
Pero no, el tiempo es un tic-tac continuo en un reloj. Donde nadie puede hacer nada por detenerlo. Y todo va pasando. Es un ciclo sin fin. Se cierra un momento, se abre otro. Siempre igual.
Aún así, odio los finales, siempre he dicho que yo no quiero finales felices, simplemente no quiero finales.
Por eso, nunca digo adiós. Para mi siempre es un hasta luego. 

1 comentario:

  1. que razón tienes ya somos 2 yo igual nunca digo adios porque para mi es como decir hasta nunca o no te quiero ver mas y es una palabra que no me gusta siempre digo hasta luego o hasta lue o lo que sea pero adios no jeje un besazo guapa pasate por el mio please y ole por esta entrada me encanta

    ResponderEliminar